14 enero 2010

SABADELL-LA MOLA 2022

Facebook se ha convertido desde hace tiempo en una de esas plataformas capaz de sacar lo mejor y lo peor de la ‘mente perversa’ de las personas. Quedándome con la cara positiva, la de la ironía y la acidez –para mí lo son-, la última ocurrencia que me ha robado una sonrisa ha sido la creación del grupo de apoyo a la candidatura olímpico-invernal de Sabadell-La Mola 2022.

Una buena respuesta a la aventura del Ajuntament de Barcelona de lanzarse a por los JJOO de Invierno 2022 con la candidatura Barcelona-Pirineus. Un experimento no exento de ambición que podría convertir la capital catalana en la primera ciudad del mundo que alberga unos JJOO de verano (1992) y unos de invierno.

De todos modos, una iniciativa que choca frontalmente con el sueño que desde hace años mantiene Aragón -Jaca en concreto- de ser también sede olímpica. Y que, como Barcelona, también tiene las miras puestas en esa misma fecha, el 2022. Por lo tanto, ahí llega el primer dilema o primer dolor de cabeza. Como hace años con Jaca y Granada, o Madrid y Sevilla, el Comité Olímpico Español (COE) vuelve a tener una ‘patata caliente’ sobre la mesa y tendrá que decantarse por una de las dos opciones.

Motivos no le faltarán para decidirse por una u otra. Si nos referimos a la candidatura catalana, en el ‘archivo’ de lo positivo encontramos la capacidad organizativa que siempre ha demostrado la ciudad en eventos de primer orden. El próximo ejemplo lo tendremos este verano con los Europeos de Atletismo. En su contra, la irrupción en escena, que ha sorprendido a casi todos. Incluidas las máximas autoridades deportivas en Catalunya. Por su parte, si pensamos en la opción aragonesa, a su favor juega la ilusión de una región que lleva años y años (desde el 1.998) soñando con estos Juegos. Y en contra, precisamente, el mismo argumento. Los años y los fracasos acumulados por esta candidatura, que las ha visto de todos los colores.

Si a todo esto, le añadimos la ‘guerra’ política que, seguramente, nos tocará vivir a un lado y el otro del Ebro, la conclusión es clara. Si de lo que se trata es de apropiarse de los Pirineos, nada mejor que pensar en común, en una candidatura conjunta, que lejos de distanciar, una. Y si no prospera, ahí estaremos para aprovecharlo. Se suele decir que: en río revuelto, ganancia de pescadores. Y en esta historia, llegados al punto de la aventura y el tirarse a la piscina sin agua, el mejor pescador es la candidatura de Sabadell y La Mola. Una propuesta sin Pirineos, pero que siempre se podría abrir al resto de la comarca, aunque sólo sea por aquello de 'fer país'.

1 comentario:

  1. Me imagino que como 'resto de la comarca' no añadimos Burundi, jajaj!

    Evidentemente los juegos deberían ser para Jaca antes de para BCN, aunque la opción Sabadell no me desagada en absoluto.

    Es más, Bolea podría ser subsede también de Sabadell-La Mola 2022 aún la lejanía!

    Por cierto, Jaca lleva intentándolo desde el 94 ;)

    Un brazzo

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