Sólo así se me ocurre titular todo el caso de engaños y tramas ficticias que los compañeros del diario Sport y de El 9 Esportiu han destapado recientemente en Santa Coloma de Gramenet. Lejos de ‘Pretorianos’ y de otros asuntos políticos que sobresaltaron a la ciudad hace meses, me refiero al asunto protagonizado por el tal Tony Thompson, o Antonio Pastor, como realmente parece llamarse este falso empresario sueco, qué en pocas horas ha pasado de ser el salvador de todos los males de la UDA Gramenet, a ser el mayor de los timadores del fútbol reciente.
Para ponernos en situación, hay que decir que Thompson nos ha engañado a casi todos. Y no excluyo. Servidor quedó maravillado cuando tuvo el placer??? de conocer al personaje minutos antes del Gramenet - Sabadell jugador en el Nou Municipal. Me lo presentó Manu Sánchez, compañero de Grama Ràdio, y escuché atónito -como tanta otra gente- como me hablaban de inversiones millonarias apoyadas por las más poderosas empresas suecas del mercado internacional. IKEA, Volvo… y algunas otras, dispuestas a invertir parte de su patrimonio en un club modesto, que siempre ha representado la bandera de la humildad, pero que de la mano de Thompson y de sus empresas iba a convertirse en un modelo a seguir, sobre todo, en cuanto a las aspiraciones deportivas.
Ahora todo eso ha quedado en nada. Mejor dicho. Ha quedado reducido a mentiras, falsedades, engaños y las no pocas víctimas que el falso sueco ha ido dejando en el camino en los últimos meses. Todo en nombre de una ‘Grama’ necesitada de dinero y a la cual con la llegada del dinero sueco se le abría el cielo, para envidia de sus rivales. Un dinero que ahora se sabe es inexistente. Tanto como lo es Thompson, sus empresas y sus inversores. Y con una única pregunta por aclarar: ¿Cómo queda ahora la Gramenet. Peor que antes, seguro. Y es no hay nada más doloroso que soñar, confiar y despertar sabiendo que te han tomado el pelo. Que han jugado con tus ilusiones.
25 febrero 2010
10 febrero 2010
¡ATENTA LA COMPAÑÍA!
La directiva del CE Sabadell parece estar dispuesta a poner fin a la dinámica sin rumbo en la ha entrado el equipo desde hace semanas. Prácticamente desde que se inició la segunda vuelta del campeonato. Me cuentan que una primera medida a estudiar, plantear y, seguramente, realizar és la de empezar a tocar el bolsillo del jugador. Algo que –como nos pasaría a cualquiera- siempre duele.
Que la realidad de la ‘caja’ del club no es boyante es algo que sabemos desde hace tiempo. Y que los responsables del CE Sabadell tienen que realizar auténticas filigranas económicas para que los números cuadren a final de año es un hecho contrastable. Si a esto se le añaden los malos resultados, o mejor aún, la ausencia de un objetivo ilusionante más allá de la simple permanencia hace la gente -los menos habituales- se acerque a la Nova Creu Alta y por lo tanto deje un dinerito extra en la taquilla es también un elemento a tener en cuenta, vamos servidos.
Por todo ello, la pasividad en la que parece haber entrado el equipo y la falta de ambición para luchar –si quiera- por una plaza que permita disputar la Copa del Rey la próxima temporada, podría tener consecuencias a corto plazo. Y seguramente, así entendermos los que Joan Soteras decía ayer mismo en el Anotador de Ràdio Sabadell 94.6, asegurando que abrir el estadio en los últimos seis partidos ha supuesto perder dinero al club, y que si a eso se le añaden las probres sensaciones ofrecidas por los hombres de David Pirri, es la ‘pescadilla que se muerde la cola’. No hay buen futbol, no suele haber resultados, no viene más público que el habitual, no entra más dinero en ‘caja’, quizás no hay ‘líquido’ para pagar nóminas.
La cadena de hechos parece contrastable. Entiendo que esta reflexión es la que quizás pasa por la mente de Soteras y por la de sus directivos. Y que en este sentido, no se puede considerar una amenaza. Sinó un aviso. Hasta ahora –afortunadamente- la directiva arlequinada siempre ha cumplido con los pagos. Extraña y contrariamente a lo que sucede en el fútbol hoy en día, no se han retrasado mes tras mes. Y eso, es de agradecer. Por lo tanto, ¿no se merece ese esfuerzo no tener una compensación por parte de los jugadores? Pues eso. Que se apliquen el cuento, que no ‘jueguen’ inecesariamente con fuego. No vaya a ser que al final nos quememos todos.
Que la realidad de la ‘caja’ del club no es boyante es algo que sabemos desde hace tiempo. Y que los responsables del CE Sabadell tienen que realizar auténticas filigranas económicas para que los números cuadren a final de año es un hecho contrastable. Si a esto se le añaden los malos resultados, o mejor aún, la ausencia de un objetivo ilusionante más allá de la simple permanencia hace la gente -los menos habituales- se acerque a la Nova Creu Alta y por lo tanto deje un dinerito extra en la taquilla es también un elemento a tener en cuenta, vamos servidos.
Por todo ello, la pasividad en la que parece haber entrado el equipo y la falta de ambición para luchar –si quiera- por una plaza que permita disputar la Copa del Rey la próxima temporada, podría tener consecuencias a corto plazo. Y seguramente, así entendermos los que Joan Soteras decía ayer mismo en el Anotador de Ràdio Sabadell 94.6, asegurando que abrir el estadio en los últimos seis partidos ha supuesto perder dinero al club, y que si a eso se le añaden las probres sensaciones ofrecidas por los hombres de David Pirri, es la ‘pescadilla que se muerde la cola’. No hay buen futbol, no suele haber resultados, no viene más público que el habitual, no entra más dinero en ‘caja’, quizás no hay ‘líquido’ para pagar nóminas.
La cadena de hechos parece contrastable. Entiendo que esta reflexión es la que quizás pasa por la mente de Soteras y por la de sus directivos. Y que en este sentido, no se puede considerar una amenaza. Sinó un aviso. Hasta ahora –afortunadamente- la directiva arlequinada siempre ha cumplido con los pagos. Extraña y contrariamente a lo que sucede en el fútbol hoy en día, no se han retrasado mes tras mes. Y eso, es de agradecer. Por lo tanto, ¿no se merece ese esfuerzo no tener una compensación por parte de los jugadores? Pues eso. Que se apliquen el cuento, que no ‘jueguen’ inecesariamente con fuego. No vaya a ser que al final nos quememos todos.
04 febrero 2010
JUICIO PÚBLICO
Hay que reconocer que en el tiempo que lleva al frente del CE Sabadell David Pirri nos ha demostrado que no es amigo de decir más que lo justo y necesario, y sin una palabra más alta que la otra. O es eso o es que no quiere buscar ‘enemigos’ innecesarios dentro de un grupo de jugadores a los que -si no hay sorpresas- no dirigirá la próxima temporada. Esta segunda teoría explicaría el abuso de ‘paños calientes’ que el técnico viene utilizando en las últimas semanas a pesar de la imagen ofrecida por el equipo en Lleida, frente al Terrassa FC, y más recientemente, ante el Valencia Mestalla. Y un aspecto que algunos le empiezan a recriminar.
De todos modos, tras la estrepitosa derrota en Paterna le oímos decir que había habido jugadores que no habían hecho el trabajo que se les había pedido. No está mal. Lo que no me queda tan claro es si David Pirri era consciente que con esta declaración -sin nombres- era él el que se situaba en el punto de mira del público, los medios... Sólo de él depende que ese 'enfado' se transforme en algo. Porque si en algo estaremos de acuerdo es que en cualquier ámbito de la vida una frase como esta comportaría una reacción inmediata. Y en el peor de los casos, alguna consecuencia palpable.
El fútbol no es una excepción. Y todo esto se debería traducir ahora en cambios. Y toca verlos. No seré quien le pida a Pirri un juicio público, ni que nombre a los que no cumplieron, ni que señale -tan siquiera- a nadie en concreto. Sólo hechos. Las conclusiones ya las sacaremos nosotros solitos. Pero sinceramente, algo tendríamos que ver este domingo. Por lo que pueda ser, no me hago demasiadas ilusiones. Estamos escarmentados de ‘revoluciones’ que el domingo tras un mal partido se ven de una manera, mientras que al domingo siguiente quedan en nada. Este fin de semana frente al Orihuela CF saldremos de dudas. Pero no olvidemos una de aquellas 'perlas' que nos ha dejado el fútbol moderno y que han pasado a la historia. La firmó JB Toshack en su etapa como entrenador en el Real Madrid y resume perfectamente ese 'respeto' que a menudo tenemos todos cuando se trata de señalar a alguien y llevarlo a un juicio público. Decía algo así: "El domingo me cargaría a todos los jugadores. El martes, sólo a ocho. El jueves creo que los culpables son sólo dos o tres. Al final acaban jugando los mismos once cabrones de siempre". ¿Será el caso?.
De todos modos, tras la estrepitosa derrota en Paterna le oímos decir que había habido jugadores que no habían hecho el trabajo que se les había pedido. No está mal. Lo que no me queda tan claro es si David Pirri era consciente que con esta declaración -sin nombres- era él el que se situaba en el punto de mira del público, los medios... Sólo de él depende que ese 'enfado' se transforme en algo. Porque si en algo estaremos de acuerdo es que en cualquier ámbito de la vida una frase como esta comportaría una reacción inmediata. Y en el peor de los casos, alguna consecuencia palpable.
El fútbol no es una excepción. Y todo esto se debería traducir ahora en cambios. Y toca verlos. No seré quien le pida a Pirri un juicio público, ni que nombre a los que no cumplieron, ni que señale -tan siquiera- a nadie en concreto. Sólo hechos. Las conclusiones ya las sacaremos nosotros solitos. Pero sinceramente, algo tendríamos que ver este domingo. Por lo que pueda ser, no me hago demasiadas ilusiones. Estamos escarmentados de ‘revoluciones’ que el domingo tras un mal partido se ven de una manera, mientras que al domingo siguiente quedan en nada. Este fin de semana frente al Orihuela CF saldremos de dudas. Pero no olvidemos una de aquellas 'perlas' que nos ha dejado el fútbol moderno y que han pasado a la historia. La firmó JB Toshack en su etapa como entrenador en el Real Madrid y resume perfectamente ese 'respeto' que a menudo tenemos todos cuando se trata de señalar a alguien y llevarlo a un juicio público. Decía algo así: "El domingo me cargaría a todos los jugadores. El martes, sólo a ocho. El jueves creo que los culpables son sólo dos o tres. Al final acaban jugando los mismos once cabrones de siempre". ¿Será el caso?.
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