INVICTUS EN SABADELL

Hoy se estrena en los cines catalanes Invictus. Por si aún alguien no lo sabe, película basada en la victoria conseguida por la selección sudafricana de rugby en el Campeonato del Mundo del 1.995 y que en aquel momento sirvió para unir –algo más- a un país roto socialmente durante siglos por culpa del Apartheid. Un film –dicen los que ya lo han visto- altamente recomendado para el público en general, pero, sobre todo, para los que somos amantes de este deporte.

Cosas del destino, la llegada a las pantallas de Invictus ha coincidido con la puesta en marcha –aún en fase embrionaria- del Club de Rugbi Sabadell. Un proyecto lógicamente joven, pensado y ejecutado por gente joven y que, como todo lo que empieza, lo hace cargado de ilusión y con ganas de tirar p’alante. La gente del CRS está en pleno proceso de cimentación y selección. Buscan jugadores, colaboradores, gente que quiera aportar su granito de arena y ya puestos, algo más. Esa fase no les va del todo mal. Por lo menos, así lo aseguraron dos de sus responsables el pasado miércoles cuando visitaron los estudios de Ràdio Sabadell 94.6.

Otras fases no tienen la misma buena pinta. Al margen de los aspectos burocráticos y cuando aún no se han dado a conocer a los responsables deportivos del Ajuntament de Sabadell, también están buscando un campo en el que poder entrenar y jugar los partidos. Barajan opciones. Pero por más que se está mejorando, la realidad de Sabadell –como la de casi todas las ciudades- es que se padece un problema de escasez de instalaciones. O en nuestro caso, aún peor, un problema de escasez de horas libres en dichas instalaciones. Aún así, seguro que lo solucionan.

Sea como sea, lo más importante son las ganas de hacer, las ganas de emprender y las ganas de ‘lanzarse al ruedo’ demostradas por la gente del CRS en un momento complicado en todos los sentidos, y más cuando aventuras como estas o iniciativas parecidas brillan por su ausencia. Aunque sólo sea por eso, felicidades y bienvenidos. Y si además su valentía hace que los seguidores del rugby podamos gozar de este deporte en nuestra ciudad y al mismo tiempo, y a corto plazo de otro Sabadell – Terrassa, pues mejor que mejor.

SEMANA DE ‘DERBY’ O DE ‘CLÁSICO’

Pasando por alto que me es indiferente la denominación que se le quiera dar al CE Sabadell – Terrassa FC del domingo, si ‘derby’ o ‘clásico’, no hay duda que esta semana no podía pasar por alto un partido que siempre tiene ese punto especial que nos arranca de la rutina del día a día. Un partido diferente en el que nos cansamos de sacar a relucir tópicos y más tópicos, y que, como todos, se acaba resumiendo en un resultado después de noventa minutos y las secuelas que ese resultado deja en el día o días posteriores.

El de este fin de semana no será una excepción. Y eso que tanto CE Sabadell como Terrassa FC han puesto de su parte para que estemos ante el ‘derby’ más descafeinado de los últimos años. Con los arlequinados en ‘tierra de nadie’ y los egarenses más cerca de la Tercera División que de la permanencia, nos hemos de esforzar en sobremanera para encontrar los alicientes que nos motiven y que nos lleven a salir de casa el domingo en plena sobremesa ‘findesemanera’ y cuando “las previsiones del hombre del tiempo anuncian lluvia y mal tiempo”, que cantaba Kortatu.

La realidad más visible es que la ‘tortilla’ del pasado más presente se ha girado y ahora las sonrisas las tenemos en Sabadell. Económicamente el club está estabilizado y prácticamente saneado. Sin muchas alegrías, pero sin penurias. Mientras que el rival agoniza y sobrevive más que vive no sin algún capítulo que, sinceramente, desearíamos no haber tenido que presenciar. Socialmente Terrassa tiene la batalla regalada. Están ‘entregaos’ que diría mi amigo ‘Pirri’ –que no David-. Cualquier comparación es ridícula e insultante hacia los arlequinados. Y en lo deportivo, la única arma que hasta este año le quedaba a los egarenses, Terrassa también se ve con el agua al cuello. Con pie y medio en descenso, su única opción pasa, como ayer dijo su entrenador, por creer, luchar, tener fe y esperar una remontada que parece del todo imposible.

Con todo, si esto no fuera fútbol, diría que el domingo nos podemos relajar, tomarnos tranquilamente el café después de comer y hasta una copita o dos de buen orujo –por aquello de la digestión-, y dirigirnos a la Nova Creu Alta con la absoluta certeza que vamos a disfrutar. Pero no. Esto es fútbol. Aquí no hay dos más dos, cuatro, y hasta a eso de las siete no ha historias, ni amiguismos, ni conformismos, ni ayudas que valgan. Aquí se trata de ganar. Con respeto, pero sin concesiones. Ganar. Y si puede ser holgadamente, mejor. Ganar y punto. Y si luego hemos de lamentar -o no- el descenso del Terrassa FC ya lo haremos. Que opiniones tenemos para todos los gustos y la mía ya la expresaré, si es que llega el momento.

SABADELL-LA MOLA 2022

Facebook se ha convertido desde hace tiempo en una de esas plataformas capaz de sacar lo mejor y lo peor de la ‘mente perversa’ de las personas. Quedándome con la cara positiva, la de la ironía y la acidez –para mí lo son-, la última ocurrencia que me ha robado una sonrisa ha sido la creación del grupo de apoyo a la candidatura olímpico-invernal de Sabadell-La Mola 2022.

Una buena respuesta a la aventura del Ajuntament de Barcelona de lanzarse a por los JJOO de Invierno 2022 con la candidatura Barcelona-Pirineus. Un experimento no exento de ambición que podría convertir la capital catalana en la primera ciudad del mundo que alberga unos JJOO de verano (1992) y unos de invierno.

De todos modos, una iniciativa que choca frontalmente con el sueño que desde hace años mantiene Aragón -Jaca en concreto- de ser también sede olímpica. Y que, como Barcelona, también tiene las miras puestas en esa misma fecha, el 2022. Por lo tanto, ahí llega el primer dilema o primer dolor de cabeza. Como hace años con Jaca y Granada, o Madrid y Sevilla, el Comité Olímpico Español (COE) vuelve a tener una ‘patata caliente’ sobre la mesa y tendrá que decantarse por una de las dos opciones.

Motivos no le faltarán para decidirse por una u otra. Si nos referimos a la candidatura catalana, en el ‘archivo’ de lo positivo encontramos la capacidad organizativa que siempre ha demostrado la ciudad en eventos de primer orden. El próximo ejemplo lo tendremos este verano con los Europeos de Atletismo. En su contra, la irrupción en escena, que ha sorprendido a casi todos. Incluidas las máximas autoridades deportivas en Catalunya. Por su parte, si pensamos en la opción aragonesa, a su favor juega la ilusión de una región que lleva años y años (desde el 1.998) soñando con estos Juegos. Y en contra, precisamente, el mismo argumento. Los años y los fracasos acumulados por esta candidatura, que las ha visto de todos los colores.

Si a todo esto, le añadimos la ‘guerra’ política que, seguramente, nos tocará vivir a un lado y el otro del Ebro, la conclusión es clara. Si de lo que se trata es de apropiarse de los Pirineos, nada mejor que pensar en común, en una candidatura conjunta, que lejos de distanciar, una. Y si no prospera, ahí estaremos para aprovecharlo. Se suele decir que: en río revuelto, ganancia de pescadores. Y en esta historia, llegados al punto de la aventura y el tirarse a la piscina sin agua, el mejor pescador es la candidatura de Sabadell y La Mola. Una propuesta sin Pirineos, pero que siempre se podría abrir al resto de la comarca, aunque sólo sea por aquello de 'fer país'.

LA LEY DEL ‘9’ Y OTRAS DUDAS

Debate desde hace semanas la afición del CE Sabadell alrededor de lo problemas de gol que arrastra el equipo esta temporada. Problemas de cara a la portería rival focalizados básicamente en sus delanteros, en sus ‘9’, en los que por experiencia y contrato están llamados a esta tarea. Un debate, dicho de paso, que algunos remontamos hasta la pretemporada, cuando aún no había aterrizado por aquí Arnal y todas las cartas del año se centraban en Joel y en el recuperado Fran. Pues bien, meses después, el bagaje es de un gol entre los tres, el marcado por Arnal en Alicante, aunque fuera con reivindicación incluida en cuanto a la autoría.

Ahora, con el ‘mercado de invierno’ en marcha, muchos confiaban en que los responsables deportivos del club ‘rastrearían’ hasta conseguir un refuerzo para esta posición de ‘killer’ de área. Pero no será así. La cantinela-versión desde el club sigue siendo la misma: Falta tanto gol, como llegada. Y con esa fe ciega en las cualidades de Arnal, Joel y Fran -aunque este último lleva jornadas fuera de juego- la ‘carta a los Reyes Magos’ ha acabado trayendo a Eneko. Un jugador de banda, de 25 años, y con experiencia, básicamente, en Tercera, aunque sabe lo que es jugar –de manera testimonial- con el primer equipo del Real Zaragoza y en Segunda B esta temporada en las filas del Deportivo Alavés.

Capítulo a parte merece la cesión de Jesús García al Terrassa FC. No entraré a discutir si es lo mejor para el jugador –véase lo de disponer de minutos-, que no lo dudo, ni si el CE Sabadell pierde mucho o poco con su salida, que lo desconozco. Simplemente, me remito a algunas opiniones que ya se han generado entre los aficionados en los diferentes foros. ¿Qué gana el CE Sabadell echándole una mano al eterno rival? ¿Es la mejor opción la de ‘dar aire’ a un equipo que agoniza día tras día? Pues eso. Dicho queda. Y por cierto, ¿alguien se ha planteado ponerle alguna cláusula para que no pudiera jugar el derby de la próxima semana?

CON 61 NO BASTA

Leo y analizo con detenimiento los números/previsiones que mi compañero y amigo Adrián Arroyo ha realizado de cara a los resultados que el Centre d’Esports Sabadell puede conseguir en esta segunda vuelta del campeonato y que ha ‘tenido a bien’ colgar en la cartelera de la redacción. Vaya por delante, que su ‘quiniela’ personal lleva un déficit acumulado de siete puntos, los que distan desde los 32 que pronosticó para la primera mitad de liga y los 25 que finalmente se han sumado en los primeros diecinueve partidos. Pero bien, ese es otro tema. Voy al final y compruebo que le salen 61. Cifra que pasa por ganar este domingo al Ontinyent, no fallar en el ‘derby’ frente al Terrassa o ganar a Logroñés y Alcoyano, sin olvidar el ‘triplete’ frente a Gramenet, Espanyol ‘B’ y Alicante en la recta final de la temporada, entre otros marcadores.

Más allá de si se gana aquí, se empata al lado o se pierde más allá, la conclusión es que 61 puntos se antojan insuficientes para ‘engancharnos’ a cualquiera de las cuatro plazas que llevarían a disputar las Eliminatorias de Ascenso a Segunda A por segundo año consecutivo. Y puestos a hacer números yo también, la primera respuesta es que esa es la dura realidad que este año tiene el CE Sabadell. En una temporada de inmensa mediocridad colectiva en el grupo, los cuatro o cinco primeros están marcando un ritmo de vértigo. Lo que, seguramente, hará que la lucha por acabar arriba sea más ‘cara’ que en temporadas anteriores.

Hace un año a estas alturas el CE Sabadell de Moya sumaba los mismos 25 puntos que ahora, y el equipo era noveno, en lugar de ocupar la undécima posición de hoy. Aún así, la gran diferencia es que mientras entre los 25 puntos del equipo de David Pirri y el Ontinyent CF (4º clasificado) hay doce puntos, un año atrás entre esos mismos 25 del CE Sabadell y el cuarto clasificado, por entonces el UE Lleida, sólo había cinco.

Véase, siete puntos entre los doce de esta temporada y los cinco de la pasada campaña. Y curioso, los siete puntos de débito que arrastra la ‘quiniela’ del Gran Adry. ¿Será esa la clave al final del trayecto? ¿Pagará el equipo los deberes que se ha dejado por hacer en esta primera mitad del campeonato? Seguramente sí.

EL AÑO DEL BÚFALO

He de reconocer que nunca he sido demasiado aficionado a todo lo relacionado con la cultural oriental y con la cultura china, en particular. Respeto a los que sí lo son, pero más allá de alguna incursión puntual, no me llama la atención ni su comida, ni sus costumbres, lo que me convierte en una persona bastante escéptica –lo soy en general- con lo referido a los milenarios usos y maneras del ‘gigante’. Aún así, hace unos días, en plena vorágine festivo-navideña, me sorprendió saber –más por curiosidad que otra cosa- que el 2.010 que acabamos de estrenar es para los chinos el Año del Tigre. Y ya puestos a curiosear, me pregunté que animal del horóscopo nos habría dejado el ya extinto 2.009. Google me dio la respuesta: El Año del Búfalo o del Buey.

El Búfalo o el Buey… que capricho del destino. Sin saberlo pensé que estos dos animales quedarán marcados para siempre en el calendario y en el recuerdo del deporte de Sabadell. Y es que en casa el Año del Búfalo lo relacionaremos rápidamente con el año en el que un deportista chino, un palista, Li Dan Dan, llegó a Sabadell y se convirtió en santo y seña del proyecto más ambicioso y ‘trempador’ –que decimos en Catalunya- que ha tenido el Club Falcons Sabadell en su no tan milenaria historia.

No exento de sufrimientos, dolores de cabeza, papeleos y enredos burocráticos, Dan Dan llegó para reflotar un equipo que después de cuatro meses seguía sin ganar un solo partido en la temporada del debut en la Superdivisión de tenis de mesa. Tras superar las dudas que siempre genera un fichaje como el suyo, realizado a menudo a ciegas y con la única referencia de la buena fe de otros jugadores, Dan Dan consiguió –sin olvidar a Ramon Mampel y Ferran Brugada- que Falcons Sabadell no sólo consiguiera la permanencia en la primera categoría del tenis de mesa español, sino que, además, lograra clasificarse para disputar la ETTU Cup –segunda competición europea- esta temporada.

Un éxito sin precedentes que de alguna manera hoy, 4 de enero, y con la que está cayendo en Falcons, no podía dejar pasar sin celebrar, aunque sólo sea porque hoy, curiosamente hoy, se cumple un año de la llegada de Li Dan Dan a Sabadell. Un año desde que descubriéramos la cara de aquel chico -sin mucha idea de donde había caído- del que tanto habíamos oído hablar. Desde entonces, gracias a familia de Falcons que siempre lo ha sabido rodear y proteger, Dan Dan ‘aterrizó’ en la ciudad y con su juego consiguió que el sueño de la entidad fuera más real que nunca.

Hoy por hoy, la realidad económica del club falconista no deja lugar ni a tanto optimismo, ni a tantas ilusiones, ni a tantos sueños, pero sigo convencido que por ganas y por lucha no será. Lo han demostrado sobradamente. Y aunque sólo sea por las horas invertidas y por el empeño, el Falcó sabadellense, esa especie en peligro de extinción –como dicta una de las campañas puestas en marcha desde el club- está hecha para sobrevivir aunque tenga que ser con la ayuda y la fuerza del Tigre, el Búfalo o el Buey.

CARTA AL 2.010

La carta de deseos del CE Sabadell para los próximos 365 días ha de ser la del ‘Derecho a Soñar’. A soñar, aún a riesgo de acabar en pozo de sueños rotos o incumplidos, pero con la ilusión o la negativa a quedarnos en una temporada más de transición, sin más ilusión u objetivo del simple: acabar por acabar, y punto.
La llegada al banquillo de David Pirri –pocos se atreven a discutir ya la decisión- ha traído precisamente esa ilusión y al de Badia del Vallès le han bastado seis partidos para mostrar la evolución de un ‘enfermo’ que había entrado en barrera y que ahora se permite el lujo –justificado por los números- de creer en algo más.

Los más optimistas –hoy por hoy siguen siendo los menos- tiran de calculadora para recordar que ganando el próximo domingo al Villajoyosa CF se llegará al ecuador de la liga con 25 puntos. Los mismos que tenía el equipo la temporada a estas alturas de campeonato. Por suerte o por desgracia –esta vez es así- el fútbol no es cuadriculado y la realidad clasificatoria es muy diferente a la de hace un año. La clasificación está demasiado rota y los de arriba llevan una velocidad de crucero prácticamente inalcanzable para el resto de mortales. Por lo tanto, no es solo una cuestión de sumar y sumar, sino de ver que los cuatro o cinco primeros clasificados, difícilmente, dejaran de sumar y sumar tanto como para dejarse atrapar.

Llegados a este punto, y como de lo que se trata es de situar el listón de los objetivos en algún punto, la realidad nos lleva de cabeza a pensar, a soñar, con la Copa del Rey. Premio que tampoco se da cada año y que seguramente después del ‘atropello’ –por no llamarlo atraco- sufrido en Irún pudiera saber a poco, pero que después de todo lo vivido en este último tercio de 2.009 debemos convertir en un fin de fiesta apetecible.